Llegan las noches en las que las lágrimas son ácidas, y ya no me da miedo esconderlas. Porque, en realidad, ya todo da igual, ¿no? Si al final todos derramamos lágrimas, en algún momento de nuestras vidas. Prefiero ir acostumbrándome a los golpes, para luego poder amortiguar mayores daños mejor.
Hoy brilla la luna y el cielo está despejado. Hoy te he sacado una sonrisa, y a ti, y a ti también. Y sin embargo, aquí me tienes, llorándote palabras sin sentido. Hoy quería vivir, y he vivido, observándote, pensándote, echándote de menos. A ti, felicidad. A ti que tantas alegrías me brindas, que llenas mis vacíos, que impregnas el ambiente con tu esencia de buen humor. Hoy te he echado en falta, porque, ¿dónde estás cuando te necesito?
Oh, felicidad, tan compleja eres... Casi tanto como yo misma, permíteme la observación, porque si hay algo que jamás llegaré a entender es mi propio ser.
Qué compleja eres...
Ojalá el mundo fuese consciente de lo fácil que es destruirte. Con violencia, con imágenes, con palabras, con actos. De cualquier forma. Y tú, que eres tan importante en nuestro camino, te desvaneces y vuelves a aparecer constantemente, e, incluso en algunas ocasiones, nunca más regresas. ¿No es eso triste, felicidad?
Pero ellos no se dan cuenta, así que si tanto se empeñan en destruir nuestra felicidad yo me dedicaré a repartirla de nuevo. Puede que alguien algún día necesite un abrazo, una mano amiga que lo ayude a salir de un abismo oscuro, unas palabras amables y, a veces, tan sólo una sonrisa al empezar el día. Y sí, también podría haber decidido destruir su felicidad, pero, ¿por qué molestarse? Si ni si quiera saben valorarte, felicidad. Sería más conveniente que ellos mismos te perdiesen y tuvieran que vivir sin ti. Tal vez no lo soportarían.
Qué compleja eres, felicidad....
Yo solo quiero hacerte saber, seas quien seas, que hablo para quien quiera escuchar, que puedo dar consejos para quien quiera seguirlos y que puedo prestar mi ayuda a quien la necesite. Fundamentalmente, vamos a seguir unas reglas para ser feliz cuya idea principal queda resumida a lo siguiente:
Reparte felicidad y obtendrás la tuya a cambio.
Porque no puede haber algo más gratificante que la sensación de haber hecho algo bien, ¿no? De sentir que gracias a tu propia acción, puedes haber animado a alguien por completo.
¡Qué compleja eres!
Hoy te he sacado una sonrisa. Y a ti, y a ti también. No lo olvides.
Sin palabras.. Simply awesome. He dicho.
ResponderEliminar