Seguidores del blog.

sábado, 11 de octubre de 2014

When you love someone but it goes to waste.

Es interesante cómo cambian las cosas en apenas medio año, cuando en realidad crees que ya has madurado suficiente, que ya has vivido un montón de cosas y que nada puede afectarte. En mi caso he aprendido que no es cierto, que cada día mi mente se somete a una serie de cuestiones que me hacen mejorar como persona en muchos sentidos. Bien es cierto que tal vez nunca dejemos de estar tristes, pero si de algo me he dado cuenta, aunque suene a tópico, es que hay que dejarlo estar. De nada sirve preocuparse, llorar, ir deprisa por la vida. Necesito aprovechar cada segundo. Es por mi bien.
Últimamente veo las cosas desde otra perspectiva. Quizás estoy empezando a convertirme en una adulta, o simplemente tal vez esté desarrollando un gran sentido común. De cualquier manera, sé que las cosas están cambiando. Porque sí, sigo estando sola y sintiendo frío a mi alrededor pero ya no me importa, porque después de todo, no es tan malo. Puede que esté mejor encerrada en mi mundo, en mi creatividad, abstraída, aislada. Porque así es como, a fin de cuentas, saco lo mejor de mí. Y bien, es ahora cuando quiero explicarme correctamente pero no me salen las palabras. Y por eso estoy escribiendo después de medio año otra vez: porque lo necesito. Porque no, ni yo misma sé lo que siento ni cómo manejarlo, ya mis cuerdas vocales están desgastadas de retener esos gritos, ya mis lágrimas se han consumido. Soy una escritora del romanticismo sin descubrir, o tal vez una bohemia que jamás llegó a ir a París. El caso es que ya ni si quiera me conformo con la oscuridad. Y ojalá, de verdad que ojalá alguien pudiese entenderlo. Porque es como todo: decimos ser unos incomprendidos, pues parece que está de moda, pero, pobrecitos aquellos que de verdad no pueden ser racionales o lógicos, que de verdad no tienen un sitio fijo, un lugar no solo donde quedarse, si no donde también sean bienvenidos.
Y después, en una línea comprendida entre el punto A que viene siendo la felicidad y el punto B que viene siendo la depresión, estoy yo. Obviamente, no estoy deprimida, sino, seguramente no estaría aquí. Pero supongo que es más complejo que eso, ni si quiera estoy segura de los síntomas de la depresión. Solo sé que vago sin rumbo entre palabras, creyendo saber de lo que hablo cuando, en verdad, solo doy vueltas en círculos, volviendo siempre a la principal cuestión que asalta mis pensamientos constantemente: "¿qué estoy haciendo?"
Parece una tontería, pero no sé contestar. No sé si estoy viviendo, si lo hago bien, si lo hago mal, si debería hacer esto, o tal vez aquello. Es normal tener miedo a lo desconocido, lo sé, pero, ¿es normal sentirse tan mal?
En mis arrebatos de inspiración cerca de las dos de la mañana con la lluvia golpeando el cristal como única compañía, me debato entre determinar si de verdad me creo quién soy, o si constantemente interpreto personajes que, según el momento, me favorecen o me hacen daño. Vuelvo a necesitar encontrarme a mí misma, aunque, he de ser clara: por fin tengo un concepto fijo de felicidad. Sí, ha costado bastante, pero, al menos, he aprendido a disfrutar de los buenos momentos. Lo más probable es que no siempre la vida me vaya a estar brindando alegrías, pero, ya que ahora mismo sí se da el caso, pienso aprovecharlo. Miro a la gente y pienso: "míralos, no tienen ni idea, pero hoy puede ser un gran día". Y es tan simple como llevar una sonrisa, aunque sea algo falsa, pintada en la cara. Es algo contradictorio, pero al final te olvidas de tus problemas, pues hay gente que también te dedica una de esas sonrisas. Es tan simple como intentar ser feliz, que al mismo tiempo es muy complejo, y tampoco quiero explicarlo. Es vuestra tarea descubrirlo por vuestra cuenta.
En conclusión, ojalá pudiese darle las gracias a esas personas que, consciente o inconscientemente hacen de mí una persona mejor. No es fácil ser yo. Me gusta que pase el tiempo y vea que voy creciendo, que voy madurando mentalmente, que ya soy más fuerte, que ya sé ser feliz. De verdad, intentadlo. Actualmente, es lo único que puede salvarnos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario