Seguidores del blog.

domingo, 25 de agosto de 2013

Novela: Story Vision.

Matadme, matadme, matadme. No me apetece escribir, y eso que pensaba dejaros una entrada larga... En fin, me pasaba por aquí para dar las gracias a los 9 seguidores que somos ya. (oh, vaya, cuántos somos, si es que mi blog es la leche)y también  me pasaba para contaros que tras mucho pensarlo he abierto un nuevo blog con una de las novelas que estoy escribiendo. Os agradecería mucho que os pasaseis, como mínimo para leer el prólogo (de momento es lo único que he escrito, je), y si os da buen rollo, estaría bastante bien que me siguieseis.
Story Vision
Sipnosis:
Mayra es una joven atrevida y soñadora, con una gran pasión por los libros y la magia. Cierto día empieza a tener unas raras visiones en las que aparecen personas vestidas de personajes de cuento. A partir de esas visiones la vida de Mayra cambia completamente y muchos sucesos extraños relacionados con las personas de las visiones empiezan a ocurrir... Solo ella podrá averiguar qué está pasando y detenerlo.
En fin, eso es un poco la sipnosis. Para echarle un ojo al blog haced click AQUÍ o entrad en http://storyvision-novela.blogspot.com , y si os apetece también podéis darle a me gusta en Facebook: https://www.facebook.com/storyvisionnovela?fref=ts (me creo tan pro que hasta hago una página de face...)
Bueno, no mucho más que añadir por ahora, subiré entrada esta noche.
Hasta entonces, ¡sed felices!

domingo, 18 de agosto de 2013

Falta de sentido común.

Llega un momento en el que necesitamos todo y sin importar cómo queremos conseguirlo. Pensamos que somos capaces de todo, incluso de lo imposible, y no nos damos cuenta de que algunas cosas no están hechas para nosotros.
Vamos desentonando en la sociedad como una cuerda de violín desafinada desentona en toda la orquesta. No sé vosotros, pero yo no tengo nada claro desde hace mucho tiempo. Me duele la cabeza de tanto pensar, de tanto preocuparme por todo. Creo que al fin y al cabo ese es el problema: darle tantas vueltas a las cosas. Al final, lo único que conseguimos es tener miedo de nosotros mismos, y convertirnos en lo que tanto odiábamos, en los monstruos que tanto despreciábamos. Todos somos monstruos. A nuestra manera. Criticamos a todo y a todos por ser diferentes a nosotros mismos. Siempre decimos: "oh, no, yo no soy como el resto de personas, yo soy distinta". Pero, ¿qué más da? Lo que ya no sea de tu agrado o no sea como tú quieres que sea ya no es bienvenido. Nadie, repito NADIE, sabe tolerar nada, de una manera u otra.
No todo es reluciente y cuanto más tenemos más queremos. He llegado a odiarme a mí misma profundamente, incluso más que a mucha gente que conozco. Me odio por vivir en el mundo en el que vivo, sin poder cambiar nada. Esforzarse, ¿realmente vale la pena? No, nada es tan fácil como lo pintan, subir escalones es cansado y corres el riesgo de tropezarte e incluso caer por el camino, ¿para qué? Para que cuando llegues a la cima no haya nadie, nadie que reconozca lo que cuesta subir esas escaleras.
Escribir, escribir  y escribir. Cuesta pensar que sea tan complicado expresar un par de sentimientos con palabras. No es solo decir: "estoy triste, no quiero hablar". No, es esa falta de razón, de pensamiento y conocimiento acerca de nuestros propios sentimientos. Porque incontables serán las veces en las que a la pregunta de "¿Qué tal?" contestamos bien, cuando en realidad pensamos: "estoy fatal, y lo peor es que no sé por qué".
Y también llega ese momento en el que solo quieres cerrar los ojos, en el que no quieres saber lo que va a pasar mañana, en el que solo quieres desaparecer, sin darte cuenta del gran dolor que causaría ese hecho. En realidad, nunca lo sabremos. Pero ciertamente cuando esas cosas ocurran ya no seré tan consciente de que no he podido cambiar todo lo que he hecho. No seré tan consciente de lo estúpida que me he sentido tantas veces, de lo incomprendida que he estado cuando en realidad la felicidad estaba al alcance de mi mano. No era tan difícil ser feliz, solo había que intentar aparentarlo...

jueves, 8 de agosto de 2013

Time went by.

Es horrible esa sensación de saber que ya nada es como antes.
Creo que cuando empecé todo esto me sentía la niña más feliz del mundo. "¡Oh, un blog! ¡La nueva moda! ¡Hay que probarlo!" Jamás me imaginé que esto fuese a ser tan importante para mí. Realmente he pasado muy buenos momentos en blogger. Nada me destroza más que el hecho de saber que todos los seguidores del blog antiguo hayan desaparecido de "mí". Es decir, ya jamás volveré a saber nada de ellos y ellos nada de mí. Gracias a una entrada de otro blog he recordado lo maravilloso que es este mundo, lo que he reído y he llorado leyendo entradas de mucha gente que se sinceraba con todos nosotros y nos daba a conocer su vida. Ciertamente, esto ha crecido conmigo. Ni si quiera llevo la cuenta de los años que llevo en esto, pero no son pocos. Empecé poco a poco y fui creciendo... Sé que abandoné muchas veces, tuve mis malas rachas, pero al final siempre volvía. Porque no era capaz de pasar más de una semana --o incluso menos-- sin leer a cualquiera de mis bloggeras favoritas. Se convirtió en un hábito.
Pero, como en todo, la distancia juega un papel muy importante. Odio el hecho de saber que en la otra punta del mundo hay personas que adoro, que comparten mis gustos y aficiones y que, a pesar de todo, jamás podré abrazar. Sentirlas cerca. Blogger es lo único que me ha hecho sentirlas junto a mí, con su apoyo. Sé que ahora todo es diferente, que apenas quedan personas como yo que sigan escribiendo en sus blogs. En verdad echo mucho de menos lo que blogger fue en su día. Pero el tiempo pasa. Y supongo que hay que aceptarlo, nos guste o no.
Por esto y mucho más, escribir me reconforta. Las palabras son un arma realmente poderosa que me dan la oportunidad de expresar realmente cómo me siento, y de crear mundos nuevos, personajes en los que me encantaría convertirme. No es ahora la primera vez que se me llenan los ojos de lágrimas mientras tecleo algunas letras en el portátil. Incontables son las veces que, leyendo o escribiendo algún simple poema han caído varias lágrimas sobre el papel. Creo que poco a poco me estoy dando cuenta de que este es (y ha sido siempre) mi sitio.
¿Alguna vez os habéis sentido incomprendidos? Sí. Como que todo el mundo se os viene encima, que nadie, ABSOLUTAMENTE NADIE, entiende cómo te sientes y cómo eres. Creo, y solo creo, que escribir y leer es lo único que me ha hecho refugiarme de ese sentimiento. Sé que suena muy cursi y algunos dirán que es muy friki (término que por cierto se utiliza últimamente de una forma errónea), pero es lo que opino y lo que siento.
Ahora mismo me limito a suspirar frente a la pantalla. No sé qué estoy haciendo. No sé si de verdad vale la pena. Pero las emociones que experimento son únicas, y creo que por ello sigo aquí plantada escribiendo y no me he dado por vencida desde la primera palabra que he tecleado. He decidido ahora mismo que voy a cumplir mis metas, empezando por publicar una novela. Y voy a relatar todas mis formas de conseguirlo aquí. No voy a volver a abandonar esto. Nunca más. Puede que a lo mejor me tire semanas sin escribir, pero jamás pienso irme del todo.
Comienza una nueva aventura, lo presiento.